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Ánodos de zinc valientemente protegen otros metales de ser comidos por sustancias corrosivas

Ánodos de zinc sirven como los componentes principales en un sistema de protección catódica galvánica. Estas unidades ayudan a proteger objetos metálicos que necesitan ser enterrado o sumergido en líquido. Puesto que estos Ánodos son destruidos a consecuencia de ello, ingenieros buscando un término un poco más colorido a veces se refieren a como ánodos de sacrificio.

Aleaciones más enterradas o sumergidas son bastante neutrales a la hora de potencial electroquímico. En comparación, ánodos de zinc deporte una tensión activa. Puesto que hay una diferencia de potencial electroquímico entre el ánodo de zinc y la aleación utilizada para la construcción de una estructura el ánodo terminará por corrosión. El resto de la estructura verá afectada como resultado menos corrosión.

Tomemos por ejemplo el casco de un barco. Una buena parte del casco de la nave es sumergida en agua salada. Esto es altamente corrosivo. Instalar algunos de estos productos en el casco de la embarcación ayudarán a mitigar al menos algunas de las influencias destructivas de este medio acuático.

La corrosión es esencialmente una reacción química que ocurre como resultado de la atracción electroquímica. La oxidación ocurre primero y luego el material corroído entra en una fase de reducción. Esto acaba produciendo iones hidróxido y hierro que se convierten en hidróxido ferroso. Hidróxido ferroso se convierte en óxido marrón regular en la mayoría de los entornos.

Puesto que estas reacciones de oxidación y reducción pueden ocurrir más fácilmente en un ánodo de cinc el entorno material es menos probable a corroer. Algunas personas prefieren utilizar aluminio en vez de zinc debido a su baja densidad, pero el zinc es generalmente más confiable cuando se trata de la protección contra la corrosión. Mientras que hay otros métodos de protección disponible para los consumidores, un ánodo de zinc regular ofrece que algunas ventajas claras.

Ninguna fuente de alimentación externa se necesita para ejecutar un ánodo de cinc, y son generalmente más fáciles de instalar que algo que debe ser conectado. Reacciones electroquímicas crean cantidades medibles de corriente, pero las generadas por un ánodo pequeño son generalmente dentro de los límites impuestos por las directrices de seguridad y salud. Las soluciones actuales impresionadas requieren observación mucho más que los ánodos, que hace que muchos ingenieros reacios a usarlos. Dispositivos de CP galvánicos generalmente son vistos como un método más simple que los diseños actuales impresionados.

Estos dispositivos suelen ser bastante caros, pero a menudo se justifica el gasto. Sobreprotección puede causar daño costoso, pero rara vez se trata de un problema con dispositivos de CP galvánicos. Eso significa que los ingenieros continuarán recurren a ellos independientemente de los dispositivos actuales impresionados extendidos se convierten.