No sé exactamente cuando los problemas de salud de mi Golden Retriever Sebastian cruzaron la línea entre incómodo incurable. El resultado de ese proceso fue la aparición de vómitos y traer comida a unas pocas horas después de comer. Primero entendido mal los síntomas como signos de una tos o resfriado simple y había tratado de esa manera. Al final de la primera semana que fuimos a ver a un veterinario quien me informó que Sebastian traía comida y tendría que tener una endoscopia si él no respondió al tratamiento presentó. El tratamiento parecía funcionar que me dio algo de consuelo. Pero después de unos días los síntomas empeoraron otra vez así que nos fuimos para la endoscopia. Sebastián no tenía ninguna cita regular así que tuve que dejarlo en la clínica durante la noche para dar a los veteranos una oportunidad de examinarlo cuando encontraron algún tiempo en su apretada agenda.
Cuando lo recogí el sábado me informaron que el esófago se amplió y tengo que darle de comer pequeñas cantidades de una posición elevada. Puesto que tuvimos que esperar a los resultados del laboratorio me enviaron sin más información.
Lamentablemente el vómito no se detuvo. Mi perro estaba tosiendo la mayoría del tiempo y sufriendo con sensaciones de náuseas y dolor de estómago. Me sentí tan mal porque parecía que no que podría hacer.
En el transcurso de las tres semanas perdió cada vez más peso. Le di con comida para niños pero él crió casi todo eso otra vez.
Impotencia se convirtió en desesperación mientras pasaban los días. Leyendo acerca de esófago en internet no hizo las cosas mejor para nosotros. Sebastián seguía perdiendo peso y con el terror me di cuenta de que los músculos de su cuerpo también fueron haciendo cada vez menos.
Así que tuve la idea de llevarlo a la clínica para algunas infusiones intravenosas para darle más alimento.
Cuando esto le sugerí a él me dijo que no quería en absoluto ningún tratamiento médico y que todo lo que quería eran algunas sesiones de NMT (técnica de modulación Neuro). Y me dijo que quería mantener su dignidad.
Meditaba con él por un rato y él me mostraron un lugar hermoso y tranquilo e indicaron que él iría allí al final de sus días. He recibido la noción que realmente deseaba dejar su cuerpo angustiado. Sebastian me informó también que nuestros días despacito juntos habían llegado a su fin y no volvería.
Después me dijo que todo esto le prometí que no tendría que pasar por tratamiento médico convencional y que estaba dispuesto a seguir sus deseos cuando y si les hizo claro para mí.
Para mi gran sorpresa que Sebastian parecía retomar fuerza, llegó a ser más alegre y animado, empezó a jugar más y menos después de nuestra tranquilidad vomitar hablar. Vino y se sentó conmigo más a menudo, comporta mucho más joven que tuvo durante semanas.
Entonces una mañana que me desperté con el conocimiento claro que ha llegado a una decisión y yo recé a hacer lo correcto para mi amigo.
Sebastián había dejado claro que era su tiempo para decir "Adiós" y esto es lo que hicimos en su décimo cumpleaños.
Ni que decir tiene que el dolor de perderlo es casi demasiado a oso pero estoy feliz por haber pasado todo este tiempo con él. Y me alegro de que confiaba en él para guiarme para hacer lo correcto en el momento oportuno.