Aunque mirando el título uno puede pensar: ¿Cuál es la diferencia entre tener un perro personal o un perro de familia? esa diferencia existe.
Las circunstancias en la vida de los seres humanos varían de una persona a otra y también continuamente. Hemos leído muchas veces que la única constante en la vida es el cambio, por la razón o razones que uno puede tener hoy en día a un perro pueden no ser los mismos a considerar mañana.
Tomemos, por ejemplo, una persona que ha vivido siempre dentro de un núcleo familiar: cónyuge, hijos, la enchilada completa. Debido a las tristes circunstancias en la vida, el cónyuge ya no está presente porque la muerte ha golpeado, los niños han crecido y viven muy lejos y la persona en cuestión se encuentra solo por primera vez. ¿Lo que normalmente le pega? El sentido de la soledad, por supuesto. Si esa persona aún funciona, probablemente algunos de sus horas están llenas de la compañía de otros, pero cuando llegue a casa, el mismo sentimiento está ahí.
Si, por otro lado, se ha retirado, esas horas deberá ser llenado con algo más. La televisión y las computadoras pueden ocupar ciertos momentos del día, pero nunca pueden sustituir a la compañía de un ser viviente. Es cuando, como sucede muchas veces, la persona en cuestión podría empezar pensando en conseguir un perro para hacerle compañía.
Pensemos ahora en una persona joven que se utilizó cuando vivía con su familia a tener un perro y se encuentra otra vez con el espacio vacío en su vida.
Hay quienes sufren algún tipo de limitación física y hay perros especialmente entrenados para ayudar a gente como él.
Otros temen vivir solo y como tener un guardia perro alrededor de eso les hace sentir más seguro. Todavía otros ven al perro como un medio de negocio o ganar dinero mediante la venta de los cachorros y hacer dinero extra así.
Todos los anteriores y allí son otros ejemplos, mira a los perros por motivos personales o propósitos y esos perros estarán allí para cumplir con lo que su maestro las necesidades son.
Si imaginamos, por el contrario, traer a casa un perro porque vivimos en una familia y considerar los perros como parte de esa familia y no como algo para servir a nuestras necesidades personales, entonces deberíamos estar pensando en un perro de familia. Ese perro está allí para dar, pero también para recibir a todos sus miembros pueden ofrecer a cambio de su compañía, lealtad y amor.
Traer un perro a la familia también requiere un análisis antes de tomar esa decisión. He hablado antes sobre la composición de ese núcleo. ¿Hay sólo por personas adultas o niños o adolescentes también hay? ¿Cuáles son sus edades, obligaciones, necesidades e intereses? Esas preguntas tienen que ser respondidas minuciosamente antes de traer el perro porque según esas respuestas, podemos determinar no sólo qué clase de perro para llevar a casa, pero también lo son los miembros de la familia dispuestos a dar al animal. Esta relación recíproca tiene que estar ahí. El perro es un ser viviente, quien necesita atención, cuidado y amor y no es sólo otro adorno en la casa.
Perros personales o familiares, estos maravillosos animales sin duda llenará la vida de cualquiera en muchas formas fantásticas.